'Un lugar tranquilo' ('A Quiet Place')
En un mundo post-apocalíptico y amenazada por unas criaturas
depredadoras, la única manera de sobrevivir es permanecer completamente
en silencio.
Este es el punto de partida de Un lugar tranquilo la película dirigida y protagonizada por John Krasinski.
Emily Blunt, Millicent Simmonds y Noah Jupe complementan el elenco de
la producción de suspense que ha conseguido una gran recaudación en la
taquilla de Estados Unidos.
En un contexto en el que muchas producciones apuestan por grandes efectos de sonido como el de los dragones de Juego de Tronos o el de los superhéroes de Marvel y DC, Krasinski ha apostado por un inquietante y resolutivo silencio para mantener la tensión y la intriga.
"Sabíamos que el sonido no solo sería un personaje principal, sino también el personaje. En realidad, es lo que enmarca toda la película, pero más que eso, se trata de cumplir con las reglas; lo que suena, literalmente, que el público escucha es demasiado peligroso y lo que no. Es imposible vivir en silencio, y eso lo sabíamos, así que queríamos llevar al público a través de esta idea de vivir lo más silenciosamente posible", explicó el director de A Quiet Place.
La película empieza en el día 89 después de lo que podemos suponer ha sido un ataque a la humanidad por parte de unas criaturas que, a pesar de ser completamente ciegas, han conservado una audición hipersensible. ¿El truco para sobrevivir? Mantenerse en completo silencio.
La familia compuesta por John Krasinski y Emily Blunt, quienes también son marido y mujer fuera de la gran pantalla, deberán dejar atrás sus gritos, sus conversaciones, sus risas y (quizá no tan tristemente) el tráfico de la ciudad de Nueva York para vivir en el sótano de una casa a las afueras de la capital.
La rutina con la amenaza de las criaturas como telón de fondo ha sido la estrategia para crear una tensa historia cuyo objetivo es conseguir que los espectadores formen parte de la trama para hacer el menor ruido posible y no poner en peligro a los protagonistas.
Erik Aadahl y Ethan Van der Ryn han trabajado en películas como Godzilla, King Kong y Transformers. En la mayoría de sus proyectos, el sonido es una de las herramientas más importantes, sobre todo en casos como el del clásico gorila que vive en la Isla Calavera. Con A Quiet Place, los editores de sonido sabían que iban a hacer algo diferente y que, en lugar de utilizar grandes efectos para sorprender a los espectadores, el reto sería hacer todo lo contrario.
Los editores recordaron en entrevista con The Verge que, después de leer el guión, quedaron impresionados por las oportunidad de sonido. "Casi no hay diálogo en el guión, y nos dimos cuenta de que este sería el sueño de un diseñador de sonido, pero también sería muy, muy, muy difícil".

En un contexto en el que muchas producciones apuestan por grandes efectos de sonido como el de los dragones de Juego de Tronos o el de los superhéroes de Marvel y DC, Krasinski ha apostado por un inquietante y resolutivo silencio para mantener la tensión y la intriga.
"Sabíamos que el sonido no solo sería un personaje principal, sino también el personaje. En realidad, es lo que enmarca toda la película, pero más que eso, se trata de cumplir con las reglas; lo que suena, literalmente, que el público escucha es demasiado peligroso y lo que no. Es imposible vivir en silencio, y eso lo sabíamos, así que queríamos llevar al público a través de esta idea de vivir lo más silenciosamente posible", explicó el director de A Quiet Place.
La película empieza en el día 89 después de lo que podemos suponer ha sido un ataque a la humanidad por parte de unas criaturas que, a pesar de ser completamente ciegas, han conservado una audición hipersensible. ¿El truco para sobrevivir? Mantenerse en completo silencio.
La familia compuesta por John Krasinski y Emily Blunt, quienes también son marido y mujer fuera de la gran pantalla, deberán dejar atrás sus gritos, sus conversaciones, sus risas y (quizá no tan tristemente) el tráfico de la ciudad de Nueva York para vivir en el sótano de una casa a las afueras de la capital.
La rutina con la amenaza de las criaturas como telón de fondo ha sido la estrategia para crear una tensa historia cuyo objetivo es conseguir que los espectadores formen parte de la trama para hacer el menor ruido posible y no poner en peligro a los protagonistas.
Erik Aadahl y Ethan Van der Ryn han trabajado en películas como Godzilla, King Kong y Transformers. En la mayoría de sus proyectos, el sonido es una de las herramientas más importantes, sobre todo en casos como el del clásico gorila que vive en la Isla Calavera. Con A Quiet Place, los editores de sonido sabían que iban a hacer algo diferente y que, en lugar de utilizar grandes efectos para sorprender a los espectadores, el reto sería hacer todo lo contrario.
Los editores recordaron en entrevista con The Verge que, después de leer el guión, quedaron impresionados por las oportunidad de sonido. "Casi no hay diálogo en el guión, y nos dimos cuenta de que este sería el sueño de un diseñador de sonido, pero también sería muy, muy, muy difícil".
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