Es curioso cómo las traducciones de los títulos pueden cambiar el tono de una película. Loveless en inglés y Sin Amor en español son las traducciones a la película rusa Нелюбовь cuyo título en realidad significa Disgusto.
La película de Andrey Zvyagintsev puede
interpretarse de las dos maneras, por un lado vemos mucho desamor y por
otro un profundo disgusto.
Zhenya y Boris se casaron por motivos
“embarazosos”. Cuando la película arranca es el año 2012 y ambos están
en una fase post divorcio echándose en cara que nunca se amaron y que
apenas se soportan. En medio del despelote quedó Alyosha el hijo de 12
años de la pareja, que es el símbolo de esa infelicidad. El niño escucha
una agria discusión entre sus padres en la que están decidiendo qué se
hará con él. Obvio que lo que escucha no es para nada agradable y al día
siguiente Alyosha, el hijo no deseado, desaparece sin dejar rastro.
Zvyagintsev es un director que parece
cebarse con la familia desde sus primeros trabajos. A él pertenecen esa
dura película llamada El Regreso (2003) y la no menos dura Elena (2011, reseñada ACA). También es el artífice de Leviatán (2014),
fabúla política que fue muy reconocida en los ambientes cinéfilos pero
que en lo particular encontré demasiado rebuscada y subrayada para mi
gusto.
Su desamorado Disgusto acusa
nuevamente de subrayado, el colapso de la pareja protagonista coincide
con las amenazas del fin del mundo que se dieron en el 2012, y también
con la sombra de crisis que se extendía sobre Ucrania. Nada está al
azar, ni el descascarado edificio en el que supuestamente podría estar
escondido el niño, ni la inoperancia de la policía, ni el mundo que
sigue su curso bajo un álgido invierno.
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